El racismo se encrudece sin ningún tipo de disimulo. Los que tienen más que perder al final del día son los que terminan como criminales. En la historia moderna absolutamente nada ha cambiado, llaman mártires a los que realmente están siendo perjudicados. Más no saben que está lucha no es sólo por un color, no es sólo por una raza, no es sólo para una minoría, sino que es un aglomerado de personas asfixiada por tanta injusticia. Es un grito unísono que sólo busca encontrar una luz al final del túnel, un camino de esperanza, una boconada de libertad. Libertad que necesitan todos aquellos que necesitan liberarse de los miedos, de todas las amargas experiencias, de los temores a ser asesinados, del desprecio de la gente ignorante, de los chistes burdos y sin sentido, pero sobretodo del odio irracional que provoca la inconsciencia humana.
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