Después de esa terrible pesadilla, ya estoy mejor. Y aunque mi respiración me falle ahora mismo, sé que sólo es otra más de la lista que he sufrido. Busco a mi ángel. No lo veo por ninguna parte; pero cuando me volteo para acostarme, se encuentra al lado mío. Su sonrisa es perfecta y me hace olvidarme de todo. - ¿Ya te sientes mejor, protegida?All Rights Reserved