Han pasado diez horas desde que se han apagado las luces en la Casa Blanca. Donald Trump se encuentra en su búnker personal,como buen americano que se precie,tomándose su desayuno de huevos cocidos y bacon. Lo que no sabe,es que pronto su vida cambiará para siempre por el pequeño error de dejar la puerta del búnker medio abierta y su teléfono encendido tras hablar con su amante,Kim Jong-Un...