-¿Te comieron la lengua los ratones? -preguntó divertido. Puse los ojos en blanco y crucé los brazos. -No, pero no hablo mucho -dije secamente -Oh, claro -Llegamos a su pieza y abrí la puerta -Aquí es, pasa -dije sin mirarlo -Wow...-susurro al observar su habitación. -Si, bueno...me voy, buenas noches -dije y me dispuse a salir de ahí. James tomo mi muñeca y en un movimiento rápido estaba acorralada entre la pared y el. -¿Que te pasa? -pregunté irritada -Gracias -se acercó a mi hasta que entendí su intención. Iba a besarme. Lo empujé con rabia -Oye, yo no soy ninguna cualquiera para andarme besuqueando con un tipo a quien acabo de conocer hace una hora, como mucho. Y si quieres permanecer fértil será mejor que aprendas a respetarme...Idiota -le dije y salí de ahí. Corrí a mi habitación y azoté la puerta. Ese tipo era un idiota, sin duda...ni siquiera me conocía...me sentía tan enojada, sabía que James no me agradaría...bien Isabella, preparate para soportarlo todo un año.