La curiosidad mató al gato o eso decían, pero dicho refrán no pararía los pasos del hada que se acercaba a una llama azul que se había formado en su bosque de forma repentina. Sin embargo, lo que menos esperaba Wooyoung era encontrarse con un felino envuelto en ella, y mucho menos esperaba descubrir que ese felino era nada más ni nada menos que el mismísimo rey del infierno, Satán, o como era conocido por aquellos lares, San.