Un prostituto que sólo tiene una historia que contar. La historia de amor con su pelirrojo de ojos ámbar y una estúpida sonrisa. El único que no lo miraba con asco aún si fuese una mierda con el. Aquel prostituto sabría que siempre iba a estar al otro lado de su ventana, mirándolo sin poder tocarlo, bebiendo sin poder besarlo para solamente dejando que aquel pelirrojo algún día volará como un pajaro libre. -"El un día se irá y ya, lo hacen todos. No hay excepción. Simplemente no ha llegado el momento en el que decida volar... Y cuando lo hago yo lo veré por mi ventana"