-Quisiste matarme...
-Créeme que si hubiera querido matarte, lo habría hecho...
-Me lastimaste, eso solo me demuestra que no eres más que un animal que se protege a si mismo. Yo te amo, pero tu no a mí. Realmente me pregunto si mi verdadero destino era estar junto a ti, junto a un hombre a quien no le importo y logró convencerme de lo contrario para sacar provecho.
-No hables estupideces Eyra... está claro que tu destino fue escrito a mi lado. Yo no te lastimé, yo te salvé la vida porque me importas.
-A ti no te importa nadie más que tú, así que deja tu de hablar estupideces. Esta es la última vez que nos vemos Ivar, no volveré a tu lado. Escribiré un destino mejor para mi misma...
-Sabes que volverás a mí, eres mía...
-Eso ya lo veremos...
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero