Joochan era un estudiante muy seguro de si mismo, a su vez, era una persona sensible e inteligente, le encantaba comer, por lo que ser idol no iba con lo suyo.
Jibeom era un joven, nativo de Busán, amaba hablar, hablar y hablar, pero odiaba que las personas metieran con el por su acento, lo odiaba demasiado.
Jaehyun era el más callado, no hablaba, no miraba a nadie, simplemente observaba por la ventana del aula, a que la clase terminase.
Aquel día, los tres tuvieron su juego.
Los tres cayeron en la misma trampa...
-Maldito Daeyeol... -Susurró Joochan-