Estaba totalmente enamorada de él. Tanto, que aunque me diera justo en el orgullo, acepte ser la segunda opción. Aunque él me repitiera una y otra vez, que el no me veía como segunda. °Las migajas de su tiempo. °No poder salir juntos en público. °Pensar que no soy su única pareja sexual, saber que lo debo compartir con otra. Todas y aún más cosas me impiden no sentirme como la segunda opción, la de las sombras.