Para mi, en el mundo existen 2 tipos de personas: las cálidas, que son ese tipo de personas alegres, risueñas, que saben mostrar afecto hacia otras personas, saben cómo contagiarte su sonrisa, que viven tan alegremente que a me dan ganas de vomitar. Y luego estoy yo, la rara que le cuesta mostrarse tal y como es, la que como dice mi madre “la que siempre está amargada”, pero no es que este amargada, sólo en algunos casos, la amargura no es una palabra que me describa, al igual que la tristeza, no vivo triste, sólo a veces, tampoco vivo apagada, y tampoco hay un adjetivo que me defina al cien por cien, quizá el que más se adeque a mi es, fría. Fría con las personas, fría con mi vida y fría conmigo misma.