Una foto, un secreto, muchas mentiras. El cobarde lo pierde todo. El mentiroso... gana más de lo que debería. Desde que ellos llegaron al vecindario, mi aburrida vida cambió completamente. ¿Qué oscuro secreto esconden los jóvenes Hunter? Mi curiosidad me llevó a meterme en sus vidas, y jamás me arrepentí tanto de algo. Caí en su juego y me convertí en la presa. Voy a contarles todo lo que pasó, pero voy a mostrarles que acá ustedes también son la presa. ‐-------------------------------- ―Respira, Bambi. ¿Te gusta lo que ves? Mis ojos subieron desde sus marcados abdominales hasta su escultural rostro, tratando de calmar al diablillo de la furia que vivía en mí y estaba a punto de despertar. ― ¿Cómo me llamaste? ―le pregunté, aguantando las ganas de lanzarme y arrancarle con uñas y dientes la cabeza. ―Bambi, porque te mueves como un ciervo recién nacido y tu inseguridad y timidez se nota a kilómetros ―respondió acercándose a mí. Quise retroceder, pero me había quedado paralizada por la crueldad de sus palabras. ¿Acaso ese chico no tenía vergüenza? Ni siquiera me conocía y hablaba como si me hubiera estado analizando durante mucho tiempo. Tomó un mechón de pelo que me había caído sobre la frente y lo puso detrás de mi oreja y volvió a hablar―. Aunque yo no tendría ningún problema en sacarte la timidez. Hasta podría dejarte caminando igual que Bambi. ---------------------------------------------------------------All Rights Reserved