Es increíble darte cuenta de que quién se acaba de tumbar a tu lado, jadeando y extasiado, es aquel niño odioso con el que tan mal te llevabas de pequeña. El que te hacía la vida imposible y te encerraba en el trastero. Cómo narices hemos pasado de pelearnos a tener el mejor sexo de mi vida es un misterio. Pero esque hay algo... algo que nos une y que no acabamos de entender muy bien como funciona. Una química extraña, una sincronización, una conexión mental y sexual que nos atrae como imanes sin poder (ni querer) evitarlo. Y mientras intentamos descubrir qué es esto que nos pasa, decidimos ser amigos y no vernos durante años porque bueno... quedaron cosas pendientes y ahora las ganas son demasiadas.