Era Erik, Erik era el niño más hermoso que existía en el planeta, todo aquel que lo veía terminaba enamorándose de él y para la sorpresa de Alicia, él era el niño más hermoso que sus ojos jamás hayan visto antes. Alicia no podía creer lo que sus ojos veían, era un ser tan espectacular que ella sólo se le quedó observando fijamente, aunque podía sentir como sus mejillas tomaban un tono carmesí.