Hay un ruido. Un tambor. Se escucha siempre a la misma hora, a las dos y cuarto de la madrugada, en el bosque de araucarias, robles y alerces que se mecen al son del viento. Nada bueno puede salir de un pueblo como Sotombre, alejado y perdido en el sur del mundo, imposible de hallar en ningún mapa. Una historia de espíritus siniestros, de misterios por resolver y mentes perturbadas. No entres si quieres salir psicológicamente ileso.