A veces sientes que tu vida no vale nada, que ya no tiene sentido, ya no tienes razones para seguir, tu vida es una rutina aburrida y deprimente. Todas las noches al irte a la cama... Piensas lo que serían las personas que conoces sí tú no estuvieras, si aquel ser que rompió tu frágil & jodido corazón no se hubiera cruzado en tu camino, piensas en todo el dolor que has provocado a tu alrededor. Y tus ojos se llenan de lágrimas. Tu corazón de odio, hacia tu propio ser. Cada mañana te despiertas con los ojos hinchados y tus ganas de vivir por el suelo, tus esperanzas de que todo mejore se desvanecen cada vez más. Quieres un cambio, intentas todo. Te miras al espejo, pero sólo encuentras defectos. Te miras las muñecas, y con un simple ¡slip! se llenan de aquel fluido rojo y viscoso, se ha vuelto costumbre ya. Respiras profundo, pero el aire no llena aquel hueco que está en tu pecho; nada llena ese hueco. Y cada día empeora todo. Pero tú sigues aquí. Muerto en vida.