Hace mucho tiempo se creo el prodigio de la creación y la destrucción, pero todo en este mundo debe tener un balance, al igual que un guardián que protega ese poder, pues puede caer en manos equivocadas. Ser guardián de los prodigios, y portar el del lobo quien es la balanza que equilibra este poder, es una gran responsabilidad y esta fue encomendada a mi. Pero no imaginaba cómo esto sería tan complicado.