Sonrisas, promesas y su increíble labia al hablar. Esto era lo único que necesitaba aquel peculiar psicólogo para tener a cualquier persona con la que entablará conversación, totalmente a su servicio, rogando por más amor y dependiendo de este perdiendo la cordura. Cada cuidad o lugar al iba, persona con la que hablara, nunca, le faltaba alguien que le bajara el cielo y las estrellas, lo logro incluso en otros mundos, fue fácil lograr que uno de los dioses de su mundo original le diera permiso de viajar a un mundo nuevo para jugar desde cero, incluso a ellos les gustaba verlo divertirse, pero al ver que perdían a su integrante y este dejaba de ir cuando se lo pedían no dudaron en regresarlo a la fuerza, sin saber que sus nuevos amores lo seguirían a donde fuera que vaya, sería malo o incluso peligroso, de no ser porque aquel choque de ambos grupos buscando el amor de su héroe era, divertido....