Sexualmente Tóxico

La atracción por una persona puede seguir en el momento menos esperado, menos oportuno y menos indicado. Siempre he sentido suma curiosidad con todo lo relacionado al sexo, es algo que está ligado al sentir humano de una forma tan natural, tan espontánea, tan sutil... Nunca había sentido ese tipo de sensación que muchos describen excitación, deseo, desenfreno a pesar de tener varias relaciones nunca ninguno me hizo sentir una pizca de ese deseo que tanto hablan o comenta la gente. De hecho, me sentía tan fría con ellos que jamás pasamos a un ámbito de intensidad íntima o penetración con simples juegos me bastaba, a pesar de que mi profesión se inclina al área sexual practicarlos con ellos no era alto que me motivará. Pero, un día conocí a ese hombre y juro por Dios que con solo mirarme me hizo sentir algo en mi parte más íntima mientras mi corazón se aceleraba a mil por ciento por segundo, su físico, su mirada penetrante, su sonrisa cautivadora todo eso me hizo perder el sentido y experimentar lo que es excitarse a primera vista; lo que quizás desconocía de forma radical es que entrar en ese mundo sexual activo y adictivo se iba a convertir en una toxicidad para mí, un vaiven de emociones, situaciones y sentimientos que yo por más calculadora que fuese no podría controlar todo se iba a poner de cabezas arriba por él, sin darme cuenta de que poco a poco su lado sexual y pasional me iba a envolver en una aventura que nunca a mis 25 años había experimentado despertando mi lado sensual, pasional, atractivo y conociendo su lado pervertido, morboso y pasional, sin compromisos, sin ataduras, sin sentimientos de por medio. Pero se convirtió en algo tan tóxico que no caí en cuenta de que la adicción sexual puede ser una de las peores que pueden existir, porque aunque no lo creas también se puede llegar a sentir y tener una especie de relación en la que en mi caso él es Sexualmente tóxico para mí.