Aquel lugar era conocido como el mismísimo infierno. Si ibas a vivir ahí seguro algo malo te pasaría y eso era debido al descendiente de la bruja de espinas. Alguien con mucho poder y que no tenía piedad si le enfadabas. Era un monstruo y nadie quería acercarse a él. No había forma que alguien así fuese bueno. Por qué arriesgarse a que tu vida corra peligro de esa forma, era mejor ir sobre seguro y vivir en otro lugar donde él no pueda verte... Eso era lo que todos pensaban... Entonces, por qué ahora no se veía tan malo. Seguía teniendo la misma personalidad. Seguía teniendo la misma sangre. Seguía poseyendo el poder de un autentico monstruo. Lo único que cambió fue que ahora no estaba solo. No sería malinterpretado y podía relajarse junto con alguien preciado. No le importaba lo que el resto pensase sobre él, siempre y cuando estuviera a su lado. Volver atrás ya era algo imposible.