Existe una fuerza muy grande que en muchas ocasiones no solemos controlar. Se mete dentro de nuestro corazón y resulta sumamente difícil que nuestro cerebro lo haga razonar. Adam, no sabía cómo controlar lo que su corazón le hacía sentir. Sabía que estaba mal, que no debía tener sentimientos por la mejor amiga de su novia. Alisson, trataba de evitarlo a toda costa, sin embargo, sus caminos siempre terminaban en una travesía. ¿Cómo controlar lo incontrolable? ¿Cómo hacerles entender a sus corazones que allí no era? Existe un famoso dicho que dice: "En el corazón no se manda." Y era verdad. Porque en el corazón de él, mandaba ella. Y en el corazón de ella, mandaba él.All Rights Reserved