Otra vez lo mismo, sigo sentada con las manos y los pies atados a la silla. No es que este muy cómoda pero bueno que mas puedo esperar de un sitio como este. No es la primera vez que me encuentro en esta situación y en la misma habitación, y tampoco será la última. Pero esta vez es distinto, me he llegado a preguntar que, si de verdad le importo, pero no hace mas que demostrar lo contrario. Cada acción que hace es inesperada, inquietante, pero depende de como lo mires puede llegar a ser excitante. Muchos en mi situación estarían muertos de miedo, pero en el fondo cuando lo conocí sabía que era extraño. Pero hay límites, unos límites que no se pueden pasar, pero que si decides pasar sabes que antes o después tendrás las consecuencias.