-¿Por qué eres tan bueno conmigo?, me refiero a que, yo soy el chico gay, depresivo y suicida al que comunmente nadie quiere. ¿Por qué alguien como tú, tan... tú, quisiera estar con alguien como yo?- lo miró directo a los ojos
-Me caes bien es todo- Sabía que estaba mientiendo, él se había enamorado de él. Lo amaba con cada poro de su ser.
-Pero tu puedes tenerlo todo, puedes tener a cualquier chica que se te plazca, incluso a cualquier chico, es sólo un decir, yo se que no te gustan los hombres. Tienes amigos populares, tú eres el chico nuevo extremadamente popular. Y tantas cosas las estás desperdiciando por mí. Se libre Louis... Aléjate de mí, tú puedes tener lo que quieras- suspiró pesadamente
-Lo sé, pero hay algo que no sé si pueda tener algún día y es muy importante para mí- se incorporó del pasto sosteniéndose sólo con sus brazos y miró al rizado.
-¿Qué es?- preguntó curioso
-Es alguien- suspiró lentamente
-Tu puedes tener a quien quieras, te lo acabo de decir- comentó frunciendo el entre cejo y haciendo un puchero
-No estoy tan seguro de que ese alguien pueda tenerlo- dudaba
-¿Quién es?- se acercó a él mirándolo curioso
-...- cerró los ojos disfrutando del fresco viento de otoño
-Louis, ¿A quién crees no poder tener?-
-A ti, Harry- Lo miró sintíendo todos los sintomas de una persona enamorada, se enfocó en sus orbitas verdes. Con que así se sentía el verdadero amor -Te amo, Harry-