Christopher Hunter y Fryne Megalos sentían una atracción abrazadora que los dominaba en muchos sentidos, haciéndolos tambalear, pero también los llevaba a cometer muchos errores. Ella era una mujer hermosa, de un temperamento fuerte y una voluntad sólida; él era un hombre prepotente y dominante, acostumbrado a conseguir lo que quería cuando lo quisiera. Eran dos personas muy diferentes, incluso sus apariencias contrastaban pero tenían algo en común; algo más poderoso que sus diferencias: estaban locos el uno por el otro y estaban dispuestos a hacerlo TODO para hacer funcionar lo que tenían, aunque se convirtiese en un reto cada día. Se tendrían, lucharían y se amarían para poder ser felices. Segunda parte de la trilogía Hunter's.