Dear Diary

Aquella mañana no podía ser menos ventajosa para una nerviosa castaña de ojos ambarinos al entregarle de una manera tan extraña a la chica que puede considerar su "crush", pero que ahora estaba sin más allí a punto de decir palabras que no esperaba que salieran de su boca.

-Creo que de un modo u otro si no logramos llegar a algo claro de manera interna no podremos hacerlo con alguien más, nos vuelve débiles y dependientes.

Sin tiempo a dar respuesta, la joven de tez morena le miró irse como si del fin del mundo se tratara, confundida y también curiosa. Sabiendo lo inútil que sería llamarle de manera desenfrenada ya que sabía que apagaría su celular; optó mejor por entrar nuevamente a su casa, aunque sin esperar por completo abrió la caja que aquella chica le había otorgado y miró del modo más inexplicable posible aquel diario en su interior.

Y no era lo único extraño que iba a pasar ese día, tan solo se trataba del inicio de toda la historia para Rosalie e Iranis.