Rebeca era una joven hermosa y soñadora que deseaba conocer el amor y enamorarse. Conoció a un muchacho que parecia llenar todas sus expectativas. Y parecía el hombre ideal. Hasta que una vez casados el maravilloso hombre la dejó ver su verdadera cara al nacer el hijo de ambos enfermo y con necesidades especiales. Abandonada y sola se empezó a quebrar emocionalmente. Y se distanció de Dios aun más. Pero Dios la buscaba y le seguía hablando a su corazón. Tratando de sanar por su cuenta sus heridas, estudio y se graduó en educación especial. La vida la llevó a ser maestra de la escuela donde estudiaban dos niños pequeños, Esteban y Lily. Ellos necesitaban ayuda más personalizada. Empezó a trabajar con ellos muy de cerca y mientras se ocupaba de ellos, Dios se ocupaba de su destino.