Mei Aihara, la perfecta y recta presidenta del consejo estudiantil, empezó a salir con la peor estudiante, Yuzu Okogi. Todo estaba bien, Yuzu había generado un sentimiento en Mei que pensaba que había perdido, eran amorosas, detallistas, divertidas, y nunca perdían la creatividad en las citas... Claro, ¿Qué problema podría haber?, bueno, era uno llamado "Harumi", la mejor amiga de la rubia, con quien le era infiel.
Ahora, Matsuri Mizusawa, una pequeña demonio que consiguió empezar a salir con quien le gusta, Harumi Taniguchi. Es una relación un tanto peculiar, muy animada y más amistosa que romántica, pero el amor sigue ahí... Solo que la mayoría era dirigido para Yuzu Okogi.
Ellas no eran idiotas, sabían y habían presenciado las infidelidades, que, de forma descarada, no siempre fueron muy bien ocultas. Pero, seguían ahí, porque las amaban, y porque habían sido su luz en la oscuridad, aunque nunca se plantearon que sería más bien agradecimiento y un sentimiento de estar ligadas a ellas.
A pesar de amarlas, el sentimiento inicial no se había vuelto a sentirse así, hasta que se conocieron... Se conocieron, una fiesta, mucho ruido, y dos chicas en una habitación en busca de paz, ¿Qué podría salir mal...?
O, más bien dicho, ¿Qué podría salir bien?
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.