En esta versión de la historia, la caperucita ha muerto por la contaminación y el lobo posee el cuerpo desollado. Tampoco existen abuelitas tiernas y adorables; en el puesto de ellas, hay cuidadores de orfanatos extremadamente sanguinarios y crueles. Agust Gunnarsson está solo y nadie quiere cantarle una canción de cuna antes de dormir. Escapar del lugar sería lo más sensato, pero ¿a dónde ir cuando no tienes familia o amigos? Adéntrate en el aterrador mundo de los huérfanos de Salamanka e intenta sobrevivir aunque sea una noche fría de invierno.