Sesshumaru Taisho no podía olvidar la humillación que había sufrido algunos años atrás, su perfecto rostro había sido decorado con una horrible cicatriz en su mejilla. La causante había sido una hermosa jovencita de ojos azules, ella había sido quien inicio toda esa situación que terminó en es horrible cicatriz. Ahora se ha dado la tarea de buscar a esa joven y encontrar al desgraciado que empuñaba la espada.All Rights Reserved