El instituto New Hopes era uno de los más caros y prestigiosos de Inglaterra, ser aceptado en él era un auténtico honor, pero también podía ser una maldición. En el New Hopes no importaba el dinero de tu familia, solo tu capacidad de integrarte, si lograbas unirte a los mejores grupos desde el primer momento no tendrías problema, pero si te quedabas al margen ya podías tener dinero suficiente para pagarte un buen psicólogo.... Adam Tennison jamás había conocido la escasez de dinero, pero su carácter tímido, junto con sus gafas y su pasión por el cálculo le llevaron a la tumba social desde el momento en el que entró al New Hopes, siendo solo salvado de los matones por sus amigos Marc y Matthew, mucho más extrovertidos. Para aumentar su mala suerte había ido a fijarse en la clase de chica que jamás le miraría dos veces. Habiendo perdido ya la esperanza de que algo fuera a mejorar, Adam afrontaba su último año con el objetivo de que acabara en cuanto antes para salir de la casa de los horrores que podía ser el New Hopes. Sin embargo, lo que él y sus amigos no sabían es que su último año les tenía deparadas muchas sorpresas que les harían plantearse si de verdad conocían a alguien dentro de aquellos muros.