Por mucho que la amara sabía que este día llegaría, sabia se alejaría de mi lado tarde o temprano, que se iría a un lugar inalcanzable y solo me quedaría despedirme de ella con una falsa sonrisa mientras mi alma se caía a pedazos, sentía que el tiempo que pasé a su lado solo era un sueño, que mis sentimientos por ella se volvían cada vez más falsos y que tal vez lo que sentía no era tan real como creía, eso creí. Ahora que es aún más inalcanzable para mí, ahora que ha cambiado aún más su forma de ser, simplemente la olvidaré, aunque me parezca difícil ahora, la olvidaré, dejare mi papel secundario y reclamare el protagonismo de esta historia como mío, sé que vienen tiempos difíciles y extraños, llenos de irrealismo y fantasía, pero así es el mundo en el que estoy, solo que hasta ayer no lo sabía.
-Me gustas...- Se acercó lentamente -No sabes lo que dices- retrocedió -Por supuesto que lo sé, usted también me desea profesora- recortó una vez más la distancia.
-Al carajo- La profesora la besó. Aún cerca de sus labios susurro -Has influenciado a que llegue al pecado...-