Teníamos dos cartas sobre la mesa y solo podíamos escoger una, La primera hacer feliz a los de más y la segunda era darnos felicidad a nosotras, sin duda una respuesta difícil más cuando estás acostumbrado a hacer lo que otros dicen solo por complacerlos, vivíamos bajo las reglas de los que se hacían llamar nuestros padre, pero nos cansamos en cierto punto. Teníamos un problema y solo una solución... Aunque una misma respuesta "Acepto". Podría decirse que no era difícil, sin embargo era más difícil saber con cual de las dos opciones lo usaríamos. ¿Que era mejor? huir de todo o atarnos a personas que ni siquiera queríamos o mejor aun ¿porque pensábamos tanto esa respuesta? ¿Por qué nos costó tanto decidirnos? Siempre lo quisimos ¿no? ¿Qué nos llevo a cuestionar nuestra decisión? fue difícil tomar una decisión, más cuando hay mil cosas que te detienen de elegir la correcta. oh talvez eso queríamos hacer creer a los demás... La vida sin duda da muchas vueltas, a veces de ciento ochenta grados o de noventa, pero sin duda cada vuelta tiene consecuencias ya sean buenas o malas y cualquiera de las dos cartas que eligiéramos traería una consecuencia que destruiría o reconstruiría una cierta parte de nuestra vida.
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