- ¿Sabes que sería más rico que ese helado?- mi León solo me observo confundido.
- ¿Qué?
- Tú, desnudo, cubierto de chocolate derretido,- me acerqué a susurrar en su adorable orejita- y en mi cama.
Me reí como desquiciada al ver su expresión atónita y con su rostro sonrojado.
- Puta zorra, deja en paz a mi novio.
- Obligame perra- me levante de la mesa en la que estaba sentada y enfrente a la putita que estaba frente a mi.
- ¿Porqué no te pierdes y vas a follar con Jeremías?- mi otro bomboncito.
- Ok, pero mañana me follare a TÚ novio- y volví a reírme como psicópata al ver su cara llena de furia.- Chao leoncito.
Le mandé un beso coqueto a mi León y me fui a buscar a mi Jeremy.