Si estuviste ahí, en mi cabeza, bajo el reflejo de mis pupilas ante el mundo y durante tanto tiempo,
si me detuve en la brisa que me decía con estado trivial que no era lejana nuestra cercanía, si aún hoy con amarte en el alba de cada día una vez más, sabiendo que no estoy en tu cielo ni en tu mirar, no es descabellado pensar que todavía hoy, me encuentro en vos. ¿por qué no estás?
Esto le leí, un día que por amarlo tanto dejé ir mi lado romántico que no sabía tener, me sonrío y nunca más me volví a perder.