Corrían tiempos lejanos. Tan lejanos, que ningún habitante de Hyrule puede recordar la fecha exacta. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que, cuando él nació, una gran manto de nubes grises cubrió el siempre despejado cielo de Hyrule... Unos dicen que nació cuatro días antes que la princesa Zelda, otros dicen que quince días después. Muchos comentaban que su nacimiento significaría el comienzo de una maldición. Otros hablaban de que su llegada traería una serie de crisis y guerras entre las distintas tribus. Pues el oráculo aseguró que en él vivían seres oscuros que llevarían a Hyrule a la destrucción... Lo que nadie esperaba es que aquel nacimiento significaría la llegada de una nueva era. La era en la que, una vez más, el Héroe del Tiempo regresaría a la vida mortal para llevar a Hyrule otro siglo repleto de paz y prosperidad... Los personajes y las imágenes de la historia no me pertenecen. Créditos a los autores correspondientes.
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