Se decía que el destino de un hombre es posible de ser determinado a través de las estrellas. Yῡgi Mutō fue sólo un testigo de ello, un mártir que la justicia divina proclamó privada del placer de vivir. Cuando el alcohol ahogó la consciencia de su mejor amigo, ¿Qué desvaríos abrazan la mente desgarrada de Atem?