Había pasado a perder a Yato tres veces a lo largo de los meses que pasaron juntos. La primera cuando lo corrompió; aún se arrepentía de aquello. La segunda cuando Bishamon quería matarlo y ahora mismo aún después de no ser utilizado, ser dejado de lado por Nora. Sentía que estaba muriendo al ver como su dios sufría de tal manera. Se le rompió el corazón.