Nueve largos años bajo el mismo techo, sin salida, sin escape, presa del lugar. Ese lugar al que muchos niños llaman "hogar". Ese lugar que fue la perdición de Jenna; aquél que la hizo cambiar, la hizo crecer y la hizo madurar.
Pero también aquél que la hizo sufrir, la hizo creer en la muerte como un escape a su dolor y miseria; y al que hubiera preferido jamás ingresar, a pesar de que no pudo contra ello.
Jenna, a sus diecisiete años cree que en la vida su mayor logro es sobrevivir, ya que ha olvidado lo que es la libertad, el amor o cualquier otro bien inmaterial común para los demás.
Ella vive en un orfanato desde los ocho años, debido a la misteriosa muerte de sus padres, aunque sería mentir si dijera que los extraña, o que siquiera recuerda sus voces. Ni siquiera recordaba sus voces antes de que murieran.
El orfanato se convierte una casa para ella, ya que jamás lo llamaría "hogar", y después de todo lo vivido ahí, decide que su mejor opción es escapar, aunque tenga que matar para poder lograrlo.
En su camino a la libertad, Jenna pasa por cosas tenebrosas, secretos bien guardados e información de la que nunca debió enterarse.
El reloj corre, Jenna.
Y la sangre también...
Después de la pelea de Issei y Vali , Issei queda pensando las cosas que le dijo sobre su ama y lo hace dudar de ella a causa de eso llegó a conocer a una chica que a sufrido un infierno