Así, tal y como eres.

Si le preguntan un recuerdo bonito que ella tenga en su memoria, no sabría que contestar exactamente.
Tuvo una infancia dura, llena de burlas y desprecio, en su adolescencia las burlas se convirtieron en mal tratos físicos y mucho más psicológico, en su casi adultez ella pierde lo único que amó en su vida, lo único que realmente le importaba.
Luego de la muerte de su abuela materna, la única mujer que la apoyó y crió, no encuentra muchos motivos para seguir viviendo, todo en su vida era absurdo y no ayudaba el hecho de tener sobre peso en una sociedad que te juzga más por tu apariencia que por otras cosas.
Un día, en un intento de acabar con su vida, conoce a un chico un poco más grande ella, alguien que parece una persona muy positiva, un chico que estaba decidido a cambiarle la vida a esa pobre y desdichada jóven. Él, aún con sus guerras internas, quiere e intenta con todas sus fuerzas ayudar a Megan a superar todas las cosas que sucedían por su cabeza, intenta mejorar esa alma rota que se carga la (ante sus ojos) hermosa jovencita.