Recuerdo años atrás, cuando yo era pequeña, decía que nunca me iba a enamorar, que eso era de tontos. Y ahora, mirarme, tengo mi historia de amor. Hay millones y millones de personas en la Tierra; millones de momentos, de coincidencias… Y el destino le escogió a él, justo en ese momento, por pura casualidad. Pude comprobar que es totalmente cierto que el amor duele, que la vida no es un cuento con final feliz, que sólo sabes lo que tienes hasta que lo pierdes… Pero a veces, cuando el camino es oscuro y no ves nada, esa persona a la que amas te ofrecerá su mano para guiarte hacia la luz, y es entonces que te das cuenta de lo mucho que quieres estar a su lado.