Estar enamorado es lo más hermoso que puede pasar, o eso saben decir. Te das cuenta que la única persona que te puede hacer la más feliz, solo te hace llorar. Cuando te dice adiós, es como una daga en el corazón. Pero, ¿sabes que es peor? Que no se quiera marchar. Los recuerdos son los únicos que pueden hacerte feliz, sus palabras, aquellos cálidos abrazos, pero la tristeza vuelve al regresar a la realidad. Un frágil corazón será capaz de volver a latir por alguien, será que alguien podrá juntar aquellos pedazos y prender la llama que se creía que estaba extinta.