A pesar de nacer en Tierra Quebrada, Vera se ve obliga de huir tras un incidente sin esperar que acabaría al otro lado del muro en un mundo regido por reyes y reinas. Un mundo al que se le enseño a odiar desde pequeña y ese sentimiento cobrara sentido cuando llegue como invitada no deseada al castillo de un rey despiadado: Duncan de Beltza. La intimidación ha sido el aliado más devoto de Duncan y es por este medio como ha mantenido su reino estable y a diferencia de otros que usan la tortura, el mantiene distancia y el respeto de su pueblo usando su presencia misteriosa y tomando ventaja de los rumores que se han extendido a todas partes. Real o no, hay algo que si es verdad: Busca una esposa. Busca una mujer, pero no cualquier mujer, sino una digna de el, una mujer que no se deje intimidar ante su presencia y este a su altura, una mujer que no aparte la mirada y a la que no le tiemblen los ojos al verlo. Y tal vez esa mujer sea la misma que acaba de llegar a su puerta.