Ella fue despreciada antes que naciera.
En su vida solo tenía a su madre, pero partio antes del tiempo dejando solá en el mundo.
Con el corazón y alma destrozada, ella armó una gran muralla a su alrededor encerrandoce en ella misma, y se delietó en su dolor y soledad.
Pero un día llega él a su vida, con su sonrisa encantador, su terquedad y cabeza dura que no entiende un "no"por respuesta, tratando de derrumbar esa muralla que tenia por años sin saber qué sorpresa se llevaria al final.
El mundo es muy pequeño, y muchas veces el destinó te sorprende, para bien o para mal.
Un hombre odioso, arrogante, mujeriego llega a la vida de Melany, justo ese tipo de hombres que ella odia, pero con el corazón nadie manda, y muchas veces eso hace que sólo queda lamentarse cuando te rompen tu corazón y alma en mil pedazos.
Muchas veces la vida es muy cruel, y con Melany, no fue la excepción.
Ella sólo tiene un deseó, conocerla y tenerla en sus brazos antes de partir al otro mundo.
Obra totalmente mía, no se aceptan adaptaciones ni plagio.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.