La vida no siempre es color de rosa, no todo crecimos con todos lo lujos del mundo, o como muchos le llaman, no todos crecimos en una cuna de oro. Volver a ver la luz del día, es lo que más deseo en el mundo, aunque los ojos en cierto modo no sirve de nada, si la mente no quiere ver. Mi nombre es Arlet Torreslanda, tengo 22 años y soy ciega -CUANDO LA HISTORIA ESTE FINALIZADA, SERA CORREGIDA DE CUALQUIER ERROR ORTOGRÁFICO- ~PROHIBIDO EL PLAGIO O ADAPTACIÓN, DE ESTA HISTORIA. ESTA HISTORIA ES TOTALMENTE MIA~ Créditos de portada a: thesofias5
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