La vida no habia sido justa, le habian quitado todo, su familia, su estatud y honor. Calista la Reina de Acrecia, el Omega con la Bendicion del imperio, se habia quitado la vida antes de ser encontrada inocente. - La marcaste - Miro al hombre a quien habia jurado amor eterno fruncir el ceño - No entiendo, por que ella. Sabas trato de acercarse, pero cada paso que daba, Calista retrocedia dos - Era la unica manera - Miro a Calista esperando que ella entendiera. - Tu... La marcaste... Ella no esperaba volver a abrir los ojos nuevamente, no esperana volver donde todo habia comenzado. - Creo que deberiamos divorciarnos. - Se mostro tranquila, mientras cortada un trozo de carne y disgustaba su sabor. Los utencilios fueron dejados sobre la mesa y las feromonas esparcidas hicieron palidecer a los sirvientes, pero calista no lo miro. - Que acabas de decir... Era hora de la revancha, esta vez ella seria la Villana. Su vida estaria en sus manos.