Soy Ana, tengo 14 años y me estoy muriendo. Tengo una extraña enfermedad llamada sindrome de San Filipo, que hace que los chicos y chicas que la padecen tengan solo un uno por ciento de posibilidades de superar los trece años por poco tiempo más. Mi historia no es la típica en la que la chica enferma se enamora del chico y se quieren para siempre. Mi vida es más dura. Y por eso creo que merece la pena contarla.