Me llamó Violetta Castillo y tengo casi dieciséis años. Debido al trabajo de mi padre, no paré de viajar de un lado a otro, por lo que nunca pude quedarme en un mismo lugar lo suficiente para hacer amigos o llevar una vida normal. ¡Pero todo esto va a cambiar ahora que regresamos a Buenos Aires! Presiento que muchas cosas emocionantes están por venir y, quien sabe, quizás algún día pueda hacer realidad mi sueño: llegar a ser una GRAN CANTANTE como lo fue mi madre.