En un mundo donde la base de toda relación y toda decisión es el dinero, existen diferentes maneras de ver la vida, la mayor parte del tiempo, solo dos formas: como una estrategia o como un juego de azar. La familia Clarke veía su vida llena de lujos como un tesoro que solamente podría ser mantenido con esfuerzo y entrega, pero les divertía ver las sorpresas de la vida y sacar provecho de eso. Para la familia Liberty las sorpresas eran peligrosas, ellos veían su vida y sus negocios como la pieza de porcelana más frágil en el que no había lugar para ningún tipo de error ni sorpresa. La madrugada del 24 de marzo nació el primer varón en el matrimonio Liberty, siendo nombrado Atlas. Casi pasaba un año de este suceso cuando, entrando el mes de enero, nació Greta Clarke. Al pasar los años la alianza y naturalidad de la lealtad entre ambas familias no hizo nada más que crecer, mientras su imperio iba fortaleciéndose hombro con hombro dentro de las paredes de cada una de las fortalezas se encendía una alerta cuando ambos niños jugaban a solas en el jardín, cuando correteaban y reían sin parar al estar juntos. Todos lo notaban, todos lo pensaron, pero nadie se animaba a decirlo. Lo que inició como una broma y como un "te imaginas qué..." nació una idea de que una relación mucho más allá de la amistad entre los pequeños en un futuro pudiera ser de beneficio para ambos bandos. Pero no sería sencillo, lamentablemente el ser humano no está naturalmente diseñado para seguir ordenes que se le imponen, ninguna de estas dos familias imaginaría que los sentimientos guiarían a esta pareja a un caos que implicaría un riesgo para ambos mundos de estas familias. En la historia de un amor doloroso y terco solo podía existir un final, pero nadie se imaginaría que esto, no es cuento de hadas. "No eras lo que deseaba, pero te convertiste en lo que necesito."