¿Alguna vez has escuchado una canción que te hace sentir especial? Que cuando cerraras los ojos sintieras el poder de hacer lo que sea, ser quien quieras y volver a empezar. Así me sentía yo, justo en ese momento. Cuando su voz inundaba cada uno de mis sentidos y hasta podía tocar la sinfonía. Justo allí, en nuestro pedacito de mundo. Ambos sentados, yo con la guitarra y él cantando, éramos más grandes que el cielo, más grandes que nuestros sentimientos. Cuando sonaba la canción tocando cada uno de los tonos del sol escondiéndose, sonaba la música en nuestro atardecer. **** *Sinopsis en el interior*