Sentada en el invernadero, Flora se plantea si su Relación con Riven está yendo por el camino correcto. Ni si quiera podía llamarle relación. Ella sabe que debe tomar una decisión, pero mientras más se cuestiona, más recuerdos llegan, son como una punzada al corazón, duelen y le llenan de tristeza. Cuando toma la decisión correcta, sabe que ha hecho lo mejor, y aunque por su cuerpo corre una profunda tristeza, no se arrepiente.