Esta historia está ambientada en el siglo XIX, Inglaterra. Kim es un joven poseedor de una gran fortuna e idolatrado parecer, un chico de clase y etiquetas tan frío como glaciar de hielo, fiel amante de la odisea literaria. Una melodiosa tarde de invierno mientras se adentra por el velo blanquecino de nieve y perdido en un bosque, escucha una sonata hermosa en las cuerdas de un violín. Mientras más se acerca más extasiado se siente, grande es su sorpresa al saber que se trata del melancólico sirviente invidente de su familia.